MUNILLA Y YO
Somos Munilla, ¿por qué negarlo?
La pista de tierra embarrada,
la huella pisada del árido pasado,
mi infancia bebiendo en la plaza
y el suspiro primero del primer año.
Somos Munilla, y carne de tus entrañas,
sangre de mi sangre, amoratado,
palabra primigenia de tu sabia palabra,
quejido quebrado de tu quebranto
y la libertad con alas, madre, de tu mirada.
Somos Munilla, inevitable canto,
campanas lejanas tililando al alba,
escaleras al cielo del hueco en el alto,
tesoros en la cuadra humeda y salada y por siempre,
Abuelo, tu recuerdo cano.
Somos Munilla, memoria desmemoriada,
pasado desteñido y casi olvidado,
herencia yerma, tierra seca, de cera alas,
siempre marcando como un faro
el camino redentorio del alma que extraño.
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